domingo, 2 de diciembre de 2012

RELACIONES PELIGROSAS










El ser humano constantemente se relaciona con un sinnúmero de personas con quien intercambia experiencias, conocimientos y sentimientos.

Pero, en el transcurso de la vida es importante poner atención si se conoce a profundidad a la persona o  personas con quien se establece comunicación.

En la etapa del noviazgo esto es mucho más importante porque no solo se está intercambiando comunicación sino también está en juego sentimientos más profundos como el amor, donde se da todo por la persona amada.


De todos es conocido el caso de una joven de 20 años,  quien fue asesinada por familiares del novio de la víctima, a quien también se le involucra en el hecho.


Este caso lleva a preguntarse ¿dónde quedó el amor?, o es que solo es una ¿mentira o algo efímero?

Lamentablemente esto lleva a una reflexión  acerca del cuidado que deben tener los jóvenes y adolescentes, al establecer un noviazgo.

Es importante que antes de iniciar un noviazgo debe existir una amistad entre ambos, permitiéndose conocerse y distinguir las cosas en común: principios cristianos, valores morales, familiares, entre otros.

La Biblia relata una historia de amor entre Isaac y Rebeca. Ambos establecieron un noviazgo a partir de la voluntad de Dios, y porque hubo un padre llamado Abraham, quien le pidió a Dios la esposa para su hijo. Esta historia también evidencia la obediencia de un hijo que se sometió a la voluntad de Dios.

Hoy en día, las relaciones de noviazgos se convierten en relaciones peligrosas, porque se conocen muy poco y únicamente prevalece la atracción física más que los sentimientos y el temor a Dios. 

A nivel espiritual también surgen relaciones peligrosas cuando el ser humano mantiene una vinculación al satanismo, amistades que conducen a los vicios, a las drogas, sexo libre, etc.

A esto se suma la música, las redes sociales, donde el joven está vulnerable a mantener contacto con personas desconocidas que las conducen a establecer relaciones fuera de la voluntad de Dios.

En fin, el ser humano es altamente vulnerable a establecer relaciones peligrosas en el transcurso de su vida, porque constantemente está expuesto a las tentaciones, y preferir los deseos del mundo más que los espirituales.


Por ello es necesario poner atención a todo lo conduce a una conducta negativa, ya que de lo contrario también se cosechará un resultado negativo.