Cuando el sol comienza a ocultarse entre la campiña y en la
ciudad, quiero que seas mi rayo de luz que permanezca en la oscuridad de la
noche.
Cuando el sueño me llame a descansar, quiero que permanezcas
a mi lado, teniendo la certeza que me cuidas cuando estoy ausente de la
realidad.
Cuando mis fuerzas han terminado, necesito de tì ese abrazo
que me da energías para continuar
adelante.
Que la felicidad sea un regalo continúo y ayudame a ser feliz
a las personas que me rodean.
Que siempre haya una tarea por empezar y la satisfacción de terminar
otra con empeño y éxitos.
Que las estrellas sean mi ventana hacia tí y contemplen el
esplendor de todo lo que haz creado.
Crea en mí una melodía donde las palabras y la música
expresen lo que siento por ti.
Pero lo más
importante Dios, antes que termine el día, nunca dejar de confiar en ti.
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