sábado, 5 de enero de 2013

CUANDO TIENES UNA PASIÓN POR ALGO NO HAY NADA QUE PUEDA ROBAR TUS SUEÑOS


Una mujer de ojos cafés, pelo negro, piel trigueña, con un lunar y camanance que resalta en su rostro, así es Iris Ivette Campos, una periodista con más de 12 años de carrera profesional, sentada en un pupitre, vuelve a recordar una de sus facetas más importantes de su vida, al ser entrevistada por estudiantes universitarios.

¿Quién es Iris?

Una chica sencilla y soñadora, que desde pequeña jugaba estar en un medio de comunicación. Una chica soñadora, romántica, apasionada por el periodismo, gusta de la música porque expresa los mayores sentimientos y  una chica temerosa de Dios.

¿Qué representa el periodismo para ti?

No solo es una profesión, es mi pasión, mi forma de comunicarme con los demás, mi inspiración, una oportunidad para dar a conocer la realidad, la oportunidad de estar con los protagonistas de las noticias, una oportunidad para estar donde nadie puede estar. En dos palabras: un privilegio y un desafío.


¿Qué te imaginabas cuando estabas pequeña?

Que algún día iba a estar en un medio de comunicación.

 ¿Que era lo que más te fascinaba de pequeña?

Me encantaba leer los titulares de los periódicos y leer algunas noticias, sobre todo las de carácter nacional.

¿Cómo llegas a ingresar a un medio?

Antes de ingresar a la Universidad de El Salvador en el año 2000, me trace como meta que al iniciar mi primer ciclo en la universidad iba a estar en una radio y así fue.
En el primer ciclo de universidad unas personas que estaban a cargo de la radio que funcionaba al interior del alma Mater, llegaron al aula a invitar a los estudiantes de periodismo, a que pudiesen aprender en la radio. Ellos terminaron su invitación y se fueron. Al terminar la clase, esa misma tarde, yo fui a hablar con ellos para que me permitieran practicar. Gracias a Dios que me dijeron que sí, que iba a comenzar en prensa.
Al siguiente día, dí mis primeros pasos como reportera, sin saber absolutamente nada de este trabajo, ni mucho menos como se redactaba una nota.
Yo salía de clases a las 12:30 del mediodía, inmediatamente iba a reportear a las diferentes facultades de la universidad (economía, letras, relaciones internacionales, etc).
No se me escapaba ni un cartel informativo y es de allí de donde comenzaba a redactar mis notas para luego irme a la radio a redactar la nota y locutarla.
Luego comencé a entrevistar a funcionarios de la universidad a cerca de un determinado tema que le interesara a los estudiantes.

¿Qué aprendiste de todo ello?

Aprendí y reafirme el talento que Dios me había dado porque sin saber absolutamente nada de cómo escribir una nota, me atreví  a redactar y gracias a Dios estaban dentro de lo permitido. Gracias a Dios que nunca me llamaron la atención, ni mucho menos en la redacción para radio.

¿Qué es lo más atrevido que hiciste?

Fue precisamente eso, atreverme a ir a una radio y comenzar a redactar sin un previo conocimiento. Mis inicios fueron empíricos, aunque estaba en el primer ciclo en la universidad, ya que no había cursado la materia de redacción ni radio.
También recuerdo con mucho entusiasmo el día en que me dejaron a cargo de la franja informativa, me tocaba más pesado porque iba a reportear, seleccionaba y dividía en secciones las notas más importantes y luego presentaba las noticias.
Hacía mil cosas a la vez, que incluso prefería trabajar en lo que me apasionaba, y no almorzar.

¿Por donde más pasó Iris?

Bueno, al cerrarse la radio de la universidad, fue la peor noticia que pude recibir, fue como que si me hubiese quitado una parte de mí, incluso llore mucho ese día. Lo primero que pensé fue ¿y ahora que voy hacer?
Yo no recibía ni un pago, porque es de recordar que había ido para aprender. La radio funcionaba con estudiantes, apasionados por esa parte del periodismo.
Al siguiente día que llegué a la universidad dije que iba buscar otra radio para ir a aprender.
Y así fue, le dije a una de mis mejores amigas que me acompañara y fuimos a una radio, donde gracias a Dios nos abrieron las puertas e iniciamos inmediatamente a estar acompañando a un locutor  en su turno.
Ese día, fue tan especial, y mis primeros pensamientos fueron, jamás pensé que podría estar en una radio.
Me fui a casa y comencé a dibujar la consola de la radio tal cual me la grabe en mi mente. Y así fue como fue aprendiéndome para que servia cada botón, cada canal.

¿Cuánto tiempo estuviste en la radio?

Fueron 6 meses en que estuve en esa radio. Nunca olvidaré el día en que me dejaron sola al mando de la cabina, fue para Semana Santa del año 2000.
Las primeras canciones que programe fue un “Velero llamado Libertad” de José Luis Perales, “Cuando fue la última vez”, de Ricardo Arjona.
La mayor satisfacción que se siente es cuando recibí una llamada de un oyente diciéndome que le gustaba la programación. Me dio tanta alegría porque eso me indicaba que había alguien escuchándome.

Cada mañana que salía de casa iba súper contenta a la radio porque estaba en lo que me apasionaba.

¿Qué paso después de eso, es decir,  que otras aspiraciones tenías?

Bueno, la radio me apasionaba, pero decidí emprender otros desafíos.
El escribir no era una de mi  mayor vocación, pero decidí ir a Diario Co Latino, para buscar una oportunidad para aprender.
El escribir casi no me gustaba, pero pensé que tenía que aprender otras ramas del periodismo, porque un profesional de esta área debe saber de todo.
Recuerdo el día en que llegué junto a mi mejor amiga Yanira, al Diario y pedimos hablar con el jefe de prensa.
Me temblaba todo, no sabía que decir,  y que le diría cuando me preguntará quien te recomienda.

¿Y que fue lo que dijístes?

Cuando hable con el jefe le dije que éramos estudiantes de primer año de periodismo de la UES, cursando el primer ciclo, del año 2000,  y que habíamos llegado para que  se nos dada una oportunidad de aprender.

¿Qué más pasó?

Cuando el jefe nos preguntó quien nos recomendaba, en mi mente pasaron un millón de pensamientos por esos segundos. Yo le respondí de que nadie nos recomendaba que simplemente habíamos llegado para tener una oportunidad para aprender.
En ese momento pensé que ya no nos darían la oportunidad y adiós al deseo de aprender.
Sin embargo, para sorpresa de nosotras, el jefe nos dijo que eso le gustaba que nadie nos había recomendado y que nos daría el permiso para aprender.
La respuesta fue el mismo día.
Fue una inmensa alegría la que sentí, y nuevamente dije, jamás me imaginaría que podría estar en un periódico.

¿Cuánto tiempo pasastes aprendiendo?

Pase un mes aprendiendo. Todos los días en horas de la tarde,  llegaba con mi amiga al periódico, donde el jefe nos daba los boletines que enviaban las instituciones a la sala de prensa, y nosotras teníamos que redactar una entrada nueva. Pero el jefe nos decía que debíamos que redactar con creatividad y que llamará la atención.

¿Recuerdas tu primera cobertura?

Sí, la recuerdo. Mi primera cobertura fue a Salvanatura,  donde se hizo una conferencia para hablar sobre los procedimientos del café, por cierto me costo mucho entender porque era un lenguaje muy técnico, que debía entenderlo  para poder redactarlo.
Mi segunda cobertura fue en la Universidad Salvadoreña “Alberto Masferrer” (USAM), donde acompañé al coordinador de prensa, Santiago Leiva, a una conferencia sobre el Antrax, luego de los ataques a las torres gemelas.
Entreviste a cada uno de los expositores, antes del evento y luego escuche sus comentarios.
Al siguiente día redacte la nota y la mayor satisfacción fue cuando salió  publicada.

¿Qué anécdotas recuerdas dentro de tu profesión?

Son tantas, que al recordarlas me da mucha nostalgia porque al ver hacia atrás no puedo creer que han sido tantas experiencias que me han ayudado en el camino del aprendizaje.
Las experiencias han sido desde ir a una cobertura a Cabañas sin conocer el lugar de la actividad y no dormir absolutamente nada, hasta romperme un pantalón al cruzarme un muro de maya ciclón y estar a punto que me dejaran olvidada en una isla.
También recuerdo un reportaje que hice a un lugar llamado “Ciudad Escondida”, donde vivía un pequeño empresario que tenía un balneario y que aspiraba a ser alcalde, quien era muy querido por los pobladores.
La ciudad  necesitaba el mejoramiento de calle por lo que destaque ese problema en mi reportaje.
Luego de varios meses, llegue nuevamente al mismo lugar y lucía completamente diferente: la calle estaba mejorada.
Fue una satisfacción cuando los habitantes se acercaron a mí y me dieron las gracias por haber ayudado en el mejoramiento de la calle.
No fue algo que hice directamente yo, sino que cumplí la responsabilidad de destacar un problema que había en el lugar y eso fue lo que hice.

¿Si tuvieras que elegir nuevamente una carrera, cuál eligieras?

Ser periodista. Cuando tienes pasión por algo no hay nada que pueda robar tus sueños, porque estás enamorada de una profesión.
Vives muchas experiencias. Estás antes, durante y después de la noticia.
Estás junto a personajes y personalidades que generan la noticia y eso te hace estar en una profesión privilegiada porque puedes dirigirte a ellos y entrevistarlos.

¿Qué otros sueños tiene Ivette?

Me encantaría estar en una cabina de radio y tener mi propio programa juvenil, hablando sobre diferentes temas juveniles y tener un contacto con la audiencia.
Sueño con estudiar teología y  tener un ministerio relacionado con los jóvenes.
Yo creo que es muy importante que se tome en cuenta a este sector de la población, quienes necesitan escuchar algo  diferente y a un referente que impacte sus vidas y eso solo es Dios.

¿Qué piensas de temas como el noviazgo?

Es una de las mejores etapas del ser humano, porque tienes la oportunidad de conocer y compartir  con la persona amada. Un tiempo donde te das cuenta lo maravilloso que es Dios al poner en tu camino a una persona que no solo ha robado tu corazón sino también con quien puedes buscar tus sueños porque juntos aprenden a luchar por lo que quieren.


¿Quién o que determina tus sueños?

Fíjate que antes de ingresar a la universidad,  dispuse a Dios en el trayecto de mi vida profesional. Le ore a Dios y le dije que si él quería que estudiara periodismo que quedará en el primer lugar de la lista de los estudiantes aceptados en la Universidad Nacional, y así sucedió.
Luego, quería cambiar de trabajo y durante todas las madrugadas oraba a Dios por esa petición, que incluso la escribí, y así sucedió.
Toda mi vida ha estado basada en tener a Dios en el primer lugar y así quiero que continúe… porque no puedo desligarme de él porque estoy enamorada, él es mi inspiración y la fuente de mi conocimiento.

¿Qué temas son los que más te gusta escribir?

Temas juveniles como: el noviazgo, la amistad, religión, político, social, entre otros.

¿Cómo te percibieron cuando reporteabas?

Al principio algunos funcionarios no me creían que era periodista porque me decían que estaba bien joven, pero al ver mi confianza al preguntar y el tipo de cuestionamientos que les hacía lograba presencia ante ellos.

¿Cómo quieres que te recuerden?

Como una persona luchadora, responsable y apasionada de su trabajo.
Pero lo más importante como una buena amiga.

¿Si tuvieras a Dios frente a ti, cuál fuese tu primera pregunta?

¿En algún momento te arrepentiste de haber formado al hombre?
¿Qué es lo que más lastima a Dios del hombre?
¿Qué viste en el hombre para dar tu vida?
¿Por qué no creaste el cielo solo para ti sino que invitaste al hombre para estar contigo?


¿Cómo terminarías la entrevista con él?

Miraría hacia sus ojos y le preguntaría, si volvieras a la tierra, ¿qué país elegirías y a quiénes escogerías como tus apóstoles?
¿Tu cuerpo aún siente las huellas de la cruz?




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