viernes, 19 de octubre de 2012

¿ME PERMITE LA PALABRA?

Buenos días, compermiso, disculpe, perdón, me permite la palabra,  por favor, muchas gracias, eran expresiones populares  utilizadas en las agitadas tareas del día de las personas. A medida que han pasado los años, estas frases poco a poco desaparecen del vocabulario cotidiano.

Y  es que para muchos recordar aquellos tiempos donde el saludo era parte indispensable hacia una persona, la amabilidad y los buenos deseos también era un buen combustible para iniciar las labores del día y donde una sonrisa jamás podía faltar.

Si observamos en nuestro entorno, es tan difícil expresar buenos sentimientos hacia los demás. Los saludos desaparecen y aunque se convive o relaciona con cientos de personas, casi todas pasan por desapercibidas.

¿Qué es lo que está pasando entonces con esta generación?

Si recordamos, en décadas pasadas la familia era el lugar donde se cultivaban las buenas relaciones, donde se le ensañaba al niño a respetar a sus mayores, a saludar, a no interrumpir a los adultos, etc. Hoy en día el hogar es donde menos se aprenden las buenas conductas y se fomentan los valores.

Los niños  aprenden a comprarles el cigarro o el alcohol al padre y a la madre. También están expuestos a un ambiente de insultos, gritos, y malas expresiones,  etc.

Y todavía los medios de comunicación en vez de fomentar valores y las buenas relaciones, transmiten una cantidad de mensajes nocivos a la salud mental de nuestros niños, jóvenes y adolescentes.

Franjas musicales en la televisión destinada a la juventud son espacios dañinos porque envían mensajes de libertinaje, malas conductas, vicios, entre otras.  

Lo preocupante es ¿dónde está la Dirección de Espectáculos Públicos Radio y Televisión?, para regular ciertos programas que no contribuyen a fomentar los valores morales y las buenas conductas.

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