Muchos hombres en busca del
éxito se preocupan por superarse académicamente para encontrar una sabiduría
intelectual, otros buscan capacitarse en cualquier área o emprender un proyecto
en la vida, que lo conduzcan a encontrar su propio éxito.
En la vida podemos encontrar 2
tipos de sabiduría: la intelectual y la que es dada por Dios. La primera le
permite al hombre superarse a nivel personal, profesional y laboral, pero
también no le garantiza que tomará las mejores decisiones en las diferentes
etapas de su vida.
La sabiduría dada por Dios es una guía para la vida y la brújula
para elegir las mejores decisiones.
Sin la intervención de Dios, el
hombre no pudiese conocer otros planetas ni inventar últimas tecnologías.
Pueden existir grandes avances
en la ciencia, pero hasta hoy en día no hay una fórmula donde puedas obtener la
sabiduría y la inteligencia, porque es un don de Dios para el ser humano.
La ciencia ha pretendido
estudiar el cerebro para determinar la razón de la inteligencia, tal es el caso
de Albert Einstein -un científico matemático-, quien al fallecer, su cerebro fue
objeto de estudio, sin embargo, hoy en día la ciencia aún no logra identificar como se produce la inteligencia
en el hombre.
La Biblia narra la historia del
Rey Salomón, quien gobernó por cuarenta
años al pueblo de Israel y a pesar de su estatus le pidió a Jesús sabiduría e
inteligencia. Salomón nos dio un ejemplo
que la inteligencia debe ser una prioridad
en nuestras oraciones que mantenemos con Dios para alcanzar el verdadero éxito
en la vida.
Todos esperamos encontrar el
éxito y por eso el hombre se afana en buscar la receta perfecta pero
lastimosamente no existe a nivel terrenal.
Pero Dios nos enseñó que para obtener
lo que queremos solo necesitamos pedir con FE.
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